Me habría gustado encontrar una foto de un árabe riendo a carcajadas, pero este bebé podría ser árabe. |
carcajada: Ár. qahqaha= risa violenta; suf. atus= conjunto de.Así que sí, es árabe. Hermosa.
Dícese de una risa muy fuerte.
Me habría gustado encontrar una foto de un árabe riendo a carcajadas, pero este bebé podría ser árabe. |
carcajada: Ár. qahqaha= risa violenta; suf. atus= conjunto de.Así que sí, es árabe. Hermosa.
Dícese de una risa muy fuerte.
-- ¡Basta Modesta! ¡Me has asustado! ¡Oh, hija, estas son bromas de curas! ¿Qué necesidad hay de irse tan lejos? ¡Juro que me asustas! ¿Y si te hubiera dado algo? ¡Estás toda fría y temblorosa! ¡Y yo aquí en tierra, impotente, mirando!
Vuelta a la vida, me dejo llevar en brazos de él.
-- Vamos. Es inútil que te ponga el vestido. ¿Sabes qué voy a hacer? Te envolveré en la manta de Orlando. ¡Oh, hasta Orlando piafa, juraría que también él se ha asustado!
¡ah! dadle a un chaval un Orlando, y un Rinaldo, hacedle soñar con palabras nuevas y uniformes nuevos, hacedle creer que será amo, y se convertirá en esclavo sin ser consciente de ello.
Vittorio Orlando, 1919. |
Me incorporé de la cama, apoyándome en la cabecera como hacía Gaia. Seguía con la mirada los movimientos de aquella muchacha. Era cierto, su talle y sus pesadas caderas habían pueso fin a esos elegantes gestos de lady like y se le veía el pelo de la dehesa. Me asaltó una simpatía que antes no sospechaba tener por esa muchacha y habría roto a reír... cuando me topé con sus ojazos , de mirada perdida, llenos de lágrimas contenidas.Encontré esta página que dice:
Dice Justo Fernández Torres en su Hispanoteca que tener todavía o seguir con el pelo de la dehesa significa conservar ciertos resabios de rusticidad o tosquedad típicos de un estado anterior
Toros pastando en una dehesa. |
Sartre nos dice que el hombre está solo en el mundo y no cuenta con ningún apoyo ni auxilio de ninguna clase, y su tragedia es estar condenado a elegirse a si mismo, inventarse, sin ningún código pre establecido ni la ayuda de una moral escrita.Entiendo el primer párrafo. El ser humano es arrojado al mundo y la incertidumbre le genera angustia. Lo único que le quita ansiedad es copiar a otro. Puede ser una persona, pero especialmente es un grupo. Ese grupo le impone ciertas restricciones a su libertad a cambio de una sensación de seguridad.
Lo único que puede hacer para elegir y tomar decisiones es fiarse de sus instintos, de lo que siente, porque lo que realmente importa es el sentimiento, que es el que empuja al hombre hacia cierta dirección y no en otra.
El sentimiento, según este pensador, se construye con actos, guiados por el propio sentir. Es inútil consultar a otros, porque es engañarse a si mismo, ya que también se elige al consejero, que en el fondo ya se sabe lo que puede decir.
Mehmet Said [1] |
Mehmet Said [3] |
Canal de Suez, entre Port Said (arriba) y Suez (en la boca del mar muerto)[2] |
El canal de Suez (en árabe: قناة السويس ) es una vía artificial de navegación situada en Egipto que une el mar Mediterráneo con el mar Rojo. El canal convirtió a la región del Sinaí en una nueva península, siendo el canal de Suez un límite entre los continentes de África y Asia.
Su longitud es de 163 km entre Puerto Saíd (en la ribera mediterránea) y Suez (en la costa del mar Rojo). Permite acortar la ruta del comercio marítimo entre Europa y el sur de Asia, pues evita tener que rodear el continente africano.
Las obras de excavación del canal se iniciaron oficialmente el 10 de abril de 1859 promovidas por el francés Ferdinand de Lesseps, autorizado por las autoridades egipcias de la época. Fue inaugurado en 1869. En el momento fue realizada una de las más grandes obras de la ingeniería del mundo por decenas de miles de campesinos humildes (fellahs) llevados por la fuerza desde todas las regiones de Egipto. Al principio no se disponía de maquinaria y todo tenía que hacerse a mano en un clima malsano. Según cifras oficiales, murieron 20,000 trabajadores. Estimaciones más realistas fijan la cifra en 125.000 trabajadores muertos. El trabajo se aceleró después de la introducción de las dragas de cangilones.1
La construcción del canal de Suez marcó un hito en la historia de la tecnología ya que, por primera vez, se emplearon máquinas de excavación especialmente diseñadas para estas obras, con rendimientos desconocidos hasta esa época. En algo más de dos años se excavaron más de 50 millones de metros cúbicos, de los 75 millones del total de la obra.
El 17 de febrero de 1867 un primer barco atravesó el canal, aunque la inauguración oficial se realizó el 17 de noviembre de 1869 con la presencia de la emperatriz Eugenia de Montijo.